viernes, 2 de octubre de 2009

Sevilla - Real Madrid

El partidazo de lo que va de temporada, especialmente porque se disputa en el Sánchez Pizjuán y no en el Bernabéu, caso en el que el Real Madrid sería claro favorito. Que se juegue en Sevilla equilibra la balanza hasta el punto de que pronosticar resulta un juego de azar.

El Sevilla acude muy en forma al choque, más por resultados que por juego. Derrotado ante el único rival de entidad al que se ha enfrentado (2-0 perdió en Mestalla), se repuso rápidamente del golpe y ha ganado los últimos encuentros con autoridad, incluida su visita a Glasgow, equipo venido a menos pero para nada fácil de golear en su feudo.
Con un tridente demoledor arriba (Kanouté, Luiz Fabiano y Negredo) y unas bandas de peligro constante (Navas y Perotti principalmente, más Capel, Adriano e incluso Konkó), el Sevilla asusta en las inmediaciones del área rival. Poderoso en el balón parado, tanto directo como por arriba, dominador de la transición rápida y de la falta táctica tras pérdida comprometida. Frágil, sin embargo, ante delanteros habilidosos, así como en el control del tempo de partido. Mediocampo físico pero falto de la calidad que gana títulos importantes. Su tremenda pegada contrasta con la falta de automatismos en zona defensiva.

El Real Madrid, por su parte, aúna pegada y rigor defensivo. Por otro lado, hace aguas en juego aéreo y, como el Sevilla, en la capacidad para manejar un partido durante los 90 minutos. Con las limitaciones que conlleva la falta de conocimiento por parte de sus jugadores, el Real Madrid tratará de plantear un partido lo menos abierto posible sabedor de que su pegada es mayor aún en el juego enredado y espeso. Cristiano Ronaldo llega muy tocado en su tobillo pero muy seguro en sus posibilidades, peligro para los de Jiménez. Vuelve además la pareja Lass-Xabi Alonso, capaz de equipararse a cualquier medular del mundo. Pellegrini, ante su primera piedra de toque.

Veremos... muchas ocasiones, mucha disputa física, mucha bronca al árbitro, muchas intervenciones de los porteros, mucho ambiente en la grada, mucho pre-partido, mucho pos-partido, muchos goles esperemos y, en definitiva, mucho fútbol.

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