miércoles, 30 de septiembre de 2009

El papel de Ibrahimovic en el Barcelona


Leo en la prensa a multitud de periodistas de diferentes corrientes coincidir entre sí y chocar con mi visión acerca de la repercusión que tiene la incorporación más importante del verano para el F.C. Barcelona: Zlatan Ibrahimovic. Comentan que el intercambio por Eto'o ya empieza a rentabilizarse gracias a su comienzo goleador. No contentos con eso, que pudiera ser motivo suficiente para justificar la operación, van más allá diciendo que el sueco le da otra dimensión al Barça que el camerunés no ofrecía: una referencia fija. Aportación en el juego aéreo, recepción y oxígeno cuando el equipo está más replegado, fijación de los centrales y un mayor poder combinativo en los últimos metros.

Lo que ven mis ojos de momento, sensiblemente diferente. En primer lugar, Ibrahimovic debe mantener estas cifras goleadores para que el traspaso más dinero a cambio de Eto'o no resulte desmesurado, cosa que hoy por hoy no es reprochable, por supuesto. Y es aquí donde debería quedarse la reflexión a estas alturas de la temporada. Lo demás que se quiera añadir, es fantasía. El juego del Barça ha perdido dinamismo con respecto al año pasado, cosa que no se debe al cambio de delanteros si no al estado de forma de toda la plantilla; sin embargo, no se puede decir lo contrario y encima engrandecer el papel del sueco cuando su repercusión no alcanza a estos niveles. Por otro lado, el Barcelona pierde capacidad de presión y robo en zona peligrosa, así como explosividad y ambición en últimos metros. Si bien la imaginación en área rival se ha visto incrementada este año, el ataque se ha espesado y ha perdido punch, siendo menos directo y más previsible, algo que perjudica especialmente a Dani Alves (varias veces terminó jugada prácticamente a banda cambiada contra el Dinamo de Kiev por falta de espacios en su zona natural de aparición).

Más cosas. El juego aéreo. No conviene engañar a nadie. Ibrahimovic remata más que Eto'o porque es más alto que él, lo que no le convierte en más efectivo. En cuanto a su labor para habilitar a la segunda línea con la cabeza y oxigenar el juego para que el equipo salga de atrás, ésta no se produce debido a que el Barcelona no juega así, no porque el sueco no esté capacitado para ello. Dos años suma el equipo catalán sin abandonarse al pelotazo o al balón indiscriminado al área rival en situación de desventaja en el marcador. Por lo tanto, mentira que el sueco aporte una dimensión que el Barça no usa y seguramente no vaya a usar por tenerle. Zigic, por ejemplo, pasaría igual de desapercibido en esa tarea aunque el entendido de fútbol sepa perfectamente que podría hacerlo bien en ese sentido.
Por último, no fija más a los centrales que Eto'o. Sus caídas a los costados y su retraso varios metros es habitual, alejándose bastante de la idea que representa un 9 fajador.

En definitiva, que no sabemos ni podemos adivinar lo que Ibrahimovic terminará significando en el juego del Barça, pero a día de hoy es falso hablar del delantero sueco como un factor que modifica la estrategia ofensiva de los de Guardiola porque no se refleja como tal.

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